En virtud del programa federal de seguros de Estados Unidos, las personas pueden recibir una indemnización si no pueden trabajar debido a una discapacidad.
Sin embargo, deben cumplirse ciertos requisitos antes de que los solicitantes puedan obtener una indemnización.
Para tener derecho a las prestaciones por incapacidad, la ley establece que los solicitantes deben tener una discapacidad grave -física o mental- que les impida realizar lo que se denomina "actividad lucrativa sustancial".
Una actividad sustancialmente lucrativa, o SGA como se la denomina, es "la realización de tareas significativas durante un periodo de tiempo razonable a cambio de cierta cantidad de paga o beneficio".
En otras palabras, si una persona puede trabajar y ganar por encima de cierta cantidad (por ejemplo, más de $1170 al mes a partir de 2017) debido a una discapacidad, entonces es capaz de realizar una actividad lucrativa sustancial y no tendría derecho a una indemnización por discapacidad.
Por otra parte, si una persona no puede trabajar o no puede ganar más de la cantidad estipulada debido a su discapacidad, se le impide realizar una actividad lucrativa sustancial.
No obstante, los solicitantes deben presentar un historial médico que demuestre o documente su discapacidad y cómo ésta les impide trabajar. La información facilitada es evaluada por un examinador de la Administración de la Seguridad Social que valorará el caso y determinará la cualificación.
En algunas situaciones, a los solicitantes se les concederán automáticamente prestaciones (o se les indemnizará más rápidamente) si su estado físico o mental es extremadamente grave y puede ser permanente o provocar la muerte.
La Administración de la Seguridad Social dispone de una lista detallada de este tipo de afecciones en la Manual de listados de deficienciastambién conocido como el libro azul. La lista se actualiza cada año.
Algunas afecciones son trastornos neurológicos, como el Parkinson o la epilepsia, cáncer y trastornos del sistema inmunitario, como el VIH/SIDA o el lupus.
La aplicación proceso es extremadamente polifacético, con directrices y requisitos estrictos. No es raro que a muchas personas se les denieguen las prestaciones al principio.
Contar con la asistencia de un abogado especializado en incapacidad de la Seguridad Social que pueda orientarle paso a paso en la cumplimentación de la solicitud inicial aumentará probablemente las posibilidades de éxito.