Puede que hayas trabajado durante 30 años en la construcción sin sufrir ni una sola lesión, pero el viernes pasado fue el día. Resbalaste en un lugar mojado y te rompiste la cadera. Podrían pasar meses antes de que puedas volver al trabajo.
Este tipo de situaciones son demasiado frecuentes, sobre todo a medida que la población activa estadounidense envejece. Cuanto más envejecemos, más probabilidades tenemos de sufrir un accidente laboral. Peor aún, estos accidentes cuestan miles de millones a la economía y pueden destruir la capacidad de un trabajador para ganarse la vida y llevar comida a la mesa.
Según cifras del Consejo Nacional de Seguridad, lesiones por resbalones y caídas en el trabajo cuestan a la economía de Estados Unidos $70 mil millones cada año. La Oficina de Estadísticas Laborales informa de que estas lesiones son la segunda causa más común de muerte en el trabajo. La citación más común emitida por la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA) se refiere a la protección contra caídas.
Como puede ver, los resbalones y caídas -y su prevención- deberían estar en la mente de todos. Las empresas deben preocuparse porque estos accidentes afectan a sus resultados cuando un trabajador cualificado no puede acudir a su puesto de trabajo. Los trabajadores deben estar preocupados porque un resbalón y caída puede arruinar su capacidad de generar ingresos. Y la sociedad debería preocuparse porque los costes médicos innecesarios, los problemas de productividad y la pérdida de capacidad laboral afectan a nuestras economías locales y nacionales.
Durante las últimas décadas, la OSHA ha hecho todo lo posible por prevenir los riesgos de resbalones y caídas en el lugar de trabajo. Esto ha servido para evitar muertes y discapacidades, pero la organización puede hacer más. Según Liberty Mutual Insurance, se calcula que cada año se gastan unos $61.000 millones en reclamaciones por incapacidad, de los cuales $15.570 millones se deben a lesiones por caídas. Una categoría separada para las lesiones por resbalones y caídas supone 1.350 millones de euros de gasto al año.
Está claro que los organismos reguladores de la seguridad y los empresarios pueden hacer mucho más para evitar resbalones y caídas en el trabajo.
Si te hieres en un resbalón y caída en el trabajo y necesita atención médica a causa de ello, es posible que pueda optar a prestaciones de compensación por accidente de trabajo. Estas prestaciones pueden incluir prestaciones temporales de sustitución salarial mientras te curas; prestaciones por incapacidad permanente en caso de incapacidad permanente; y/o prestaciones económicas para pagar tu atención médica.