Un entorno de trabajo hostil: Qué es y qué no es

Cuando empezaste en tu nuevo trabajo, enseguida te surgieron dudas. El primer día, un compañero hizo un comentario sobre tu figura. El segundo día, tu jefe te guiñó un ojo y te pareció un poco raro. Eres atractiva, pero no estás en el trabajo para que te miren. Empiezas a tener ganas de quedarte en casa.

Los entornos de trabajo pueden llegar a ser hostiles, pero ¿qué es exactamente hostil y hasta qué punto tiene que llegar a serlo para que tengas un caso? Un entorno laboral hostil es aquel en el que el ambiente en tu trabajo se ha vuelto desagradable e imposible de trabajar. Por ejemplo, si tu jefe te acosa sexualmente todos los días que vas a trabajar, es posible que no quieras ir a trabajar y puedes denunciar que sus acciones hacen que tu trabajo sea imposible de realizar.

Las acciones que le impiden trabajar deben ser discriminatorias para que su demanda prospere. Por ejemplo, acoso sexual, el racismo y otros actos negativos pueden ser discriminatorios y reunir los requisitos necesarios. Todos estos actos están tipificados en la normativa de la Comisión para la Igualdad de Oportunidades en el Empleo (EEOC).

Algunos empleados pueden encontrar a sus compañeros de trabajo molestos o persistentes en sus comportamientos negativos, pero si sólo están siendo groseros u odiosos, eso no es necesariamente crear un ambiente de trabajo hostil. En esos casos, puede que quieras hablar con tu jefe para que modifique el comportamiento del compañero.

La diferencia en una situación hostil es que el mismo compañero de trabajo podría estar haciendo bromas sexuales, haciendo comentarios sobre tu raza o religión o adoptando otras posturas discriminatorias que son contrarias a la ley. Si eso ocurre, podrías presentar una demanda.

Fuente: El equilibrio, "¿Qué hace que un entorno de trabajo sea hostil?Susan M. Heathfield, consultado el 2 de noviembre de 2017.