Los trabajadores del sector manufacturero corren el riesgo de lesionarse cada día en su puesto de trabajo. Todas las piezas móviles y la maquinaria pesada, así como los productos químicos peligrosos o abrasivos, son factores de riesgo de accidentes para los empleados. Incluso los que hacen todo lo posible por mantenerse a salvo pueden acabar lesionados.
Lesionarse en el trabajo puede cambiar su vida de muchas maneras. Una lesión laboral puede provocar dolores continuos o problemas de fuerza y flexibilidad. Las lesiones más graves, como las fracturas óseas, las lesiones medulares y las lesiones cerebrales traumáticas (LCT), pueden impedirle trabajar como lo ha hecho siempre. Para algunas personas, las lesiones laborales pueden dar lugar a una incapacidad permanente, lo que significa que nunca podrán volver a trabajar.
Otros trabajadores tienen lesiones que limitan sus capacidades pero no les impiden por completo trabajar. Estos empleados podrían reincorporarse al trabajo si sus empleadores hicieran adaptaciones.
La fabricación suele ser un trabajo muy físico, pero normalmente hay algunos puestos que requieren menos movimiento que otros. Por ejemplo, un trabajador que ya no pueda estar de pie en la línea de producción todo el día, podría conducir un camión para trasladar suministros y productos. Los trabajadores que no pueden realizar la misma tarea durante largos periodos de tiempo podrían flotar de un puesto a otro o realizar tareas administrativas.
Algunos trabajadores pueden necesitar un puesto de trabajo cerca de un cuarto de baño, mientras que otros pueden requerir apoyos físicos, como un reposapiés o incluso una rampa para silla de ruedas. Las pausas periódicas o la necesidad de realizar ejercicios de fisioterapia también son adaptaciones habituales para los trabajadores lesionados.
Siempre que las adaptaciones que necesites no supongan una carga excesiva para tu empleador, éste debe tomar las medidas necesarias para ayudarte a volver al trabajo. No hacerlo es, de hecho, una violación de sus derechos.
Mantener un empleo suele ser fundamental para las personas que se recuperan de lesiones graves. Pueden tener problemas económicos por faltar al trabajo, aunque reciban prestaciones por incapacidad temporal de la indemnización por accidente laboral. Volver al trabajo también puede ayudar a un empleado a procesar las emociones derivadas de su accidente y proporcionarle un sentido de propósito y rutina durante la recuperación.
En virtud de la legislación laboral federal, tiene derecho a que su empresa le ofrezca adaptaciones razonables. También tiene derecho a no sufrir represalias por solicitar adaptaciones relacionadas con una lesión laboral. Si tu empleador se niega a ayudarte a volver al trabajo o a hacer que tu trabajo sea seguro para ti durante la recuperación, no tienes por qué aceptar sin más ese maltrato.
Defenderse puede significar que reciba la ayuda que necesita para seguir trabajando. También puede evitar que la misma situación le ocurra a otra persona en su trabajo en el futuro.